Quien tiene una idea tiene un tesoro y existen distintas fórmulas para financiar la inversión necesaria y convertirla en una empresa solvente: desde inversores privados a capital riesgo, pasando por las ayudas públicas.
Javier Carballo busca financiación para su tercer proyecto empresarial. Este madrileño de 50 años lleva los últimos 25 sin trabajar como empleado, pero con la ajetreada vida de un emprendedor. Después de alumbrar Parquempresarial.com y Micropolix –de las que ya está desvinculado– lucha intensamente para lograr doce millones de euros de inversión que pongan en marcha un nuevo concepto de gran centro de ocio. Hasta ahora, ha recaudado cuatro millones.
Desde hace un año viaja constantemente y pide favores para entrevistarse confirmas de capital riesgo, con potenciales inversores particulares, con algúnbusiness angel (inversor privado) y con intermediarios financieros que ayudan a los nuevos empresarios a buscar financiación. En el 80% de las ocasiones, reconoce, lo hace a puerta fría; otras veces aprovecha su red de contactos para dirigirse a ellos.
Los proyectos empresariales en sus fases iniciales recurren, normalmente, a las llamadas cuatro F’s: founders, es decir, los recursos con los que cuenta el propio emprendedor; family, el dinero que pueda aportar la familia;friends, el apoyo del círculo de amistades; y fools, los recursos proporcionados por terceros.
Este último grupo abre un abanico de posibilidades que se debe conocer bien:
1. ‘Business angels’. Podrían definirse como personas de gran solvencia económica que invierten su dinero en empresas de nuevo cuño y cuya contribución acostumbra a ser discreta. Normalmente, los nuevos emprendedores tienen mayores posibilidades de acceder al crédito a través de estos inversores particulares. Su vocación de permanencia es temporal, no suele ir más allá de cinco años –siete a lo sumo– y su presencia en el proyecto suele ser prudente. En España existe la Red Española de Business Angels (Esban), una fundación privada integrada en la European Business Angels Network, formada por más de 46 redes de 21 países y que agrupa a cinco redes asociadas en España. También está la Asociación Española de Redes de Inversores Privados (Aeban), que engloba redes como Madri+d, BCN Business Angels, CEEI-Alcoy, IESE o Impiva, entre otras. Además, escuelas de negocios como IESE, IE y Esade están promoviendo el desarrollo de sus propias redes de inversionistas entre antiguos alumnos y colaboradores.
2. Capital riesgo. Es una actividad financiera desarrollada por entidades especializadas, que aportan capital (fondos propios) de forma temporal (entre tres y cinco años) y generalmente minoritaria, a empresas no financieras ni inmobiliarias y que no coticen en primeros mercados de valores. Tiene por objeto contribuir al desarrollo y expansión de la compañía (capitalizarla, profesionalizarla y asesorarla) para que su valor aumente. Para conocer mejor esta opción se puede acudir a la web de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo, que cuenta con un buscador de firmas de este tipo.
Según la etapa de desarrollo en la que se encuentre el emprendedor, se puede clasificar el capital riesgo que requiere en: semilla (seed), el que aporta recursos en una fase anterior al inicio de la producción masiva;arranque (start up), necesario para el desarrollo inicial y primera comercialización en empresas de reciente creación; otras fases iniciales, que cubren el desajuste de tesorería en firmas de reciente creación que no han alcanzado el punto muerto; expansión, para financiar el crecimiento de una compañía que ya tiene beneficios; ysustitución, para la adquisición de acciones en poder de otra entidad de capital riesgo u otros accionistas.
3. Financiación alternativa. Existen diferentes tipos de ayudas económicas y subvenciones para la creación de empresas o el afianzamiento de las incipientes. Es importante diferenciar entre las ayudas a fondo perdido –que no hay que devolver y pasan a la contabilidad de la empresa como un ingreso–, de los préstamos con condiciones especiales, bonificaciones y reducciones de los costes de la Seguridad Social. No obstante, los nuevos empresarios suelen quejarse de que muchas veces estas ayudas llegan tarde.
Como nueva línea de financiación cabe destacar el ‘crowdfunding‘, que consiste en plataformas especializadas en donaciones y préstamos de particulares e inversores sin coste inicial. En España ya funcionan tres:Partizipa.com, Verkami.com y Fandyu.com.
También hay que tener en cuenta las subvenciones de los distintos gobiernos autonómicos como Madrid, Navarra o Asturias, entre otros, y de las entidades locales; los planes de apoyo del Ejecutivo central, como las ayudas a la internacionalización de las Pymes o el Plan Avanza para firmas de base tecnológica.
La UE también cuenta con presupuesto para cofinanciar especialmente proyectos sostenibles y transnacionales en actividades de innovación e investigación, educación y formación, cultura y medios de comunicación, además de los fondos estructurales como los Feder y el Fondo Social Europeo, o programas para facilitar créditos, comoJeremie y Jasmine.
También existen las llamadas sociedades de garantía recíproca, que facilitan avales y garantías a las empresas interesadas para que éstas puedan conseguir financiación de las entidades financieras.
Otras entidades que asesoran a los emprendedores para facilitar su acceso a la financiación son las Cámaras de Comercio o asociaciones como la de jóvenes empresarios (AJE), la de inversores y emprendedores de Internet (AIEI) o la de emprendedores (ANDE).
4. Bancos. No hay que olvidar los canales tradicionales de financiación como las entidades financieras, aunque éstas tienen una aversión natural al riesgo que, con la crisis financiera, se ha acentuado. Por eso no suelen ser una buena opción para los emprendedores noveles.
Sectores para emprender con éxito
Pasos para montar la empresa*
*Fuente: ‘Ha llegado la hora de montar tu empresa’, de Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña.
Claves para triunfar con el proyecto*
*Fuente: ‘Creación de empresas para emprendedores’, de Ignacio Castro Abacéns y José Ignacio Rufino Rus.